LA BASURA QUE COMEMOS

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LA BASURA QUE COMEMOS / COMIDA BASURA: LA PLAGA DE LOS ALIMENTOS PROCESADOS

miércoles, 22 de octubre de 2008

La dieta occidental, ataque al corazón

Estudio muestra que por su alta concentración de sal y grasas tiende a generar más infartos

La dieta occidental, ataque al corazón

En comparación, un mayor consumo de frutas y verduras reduce el peligro. Para los habitantes de Latinoamérica hay otros factores que se suman a ese riesgo.
 
Las tortas cubanas son parte del trinomio de la vitamina T (que incluye tacos y tamales), pero no son sanas. Foto: Rodolfo Angulo/Cuartoscuro


La dieta típica de los países occidentales, incluyendo a México, comprende un alto consumo de frituras, botanas saladas, huevos y carne. Es muy sabrosa, pero también es la que se traduce en más riesgo de padecer un ataque al corazón.

Una investigación que publica la revista Circulation, de la Asociación Estadunidense del Corazón, analizó la dieta de casi 16 mil personas en 52 países, entre ellos Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala y México.

"La enfermedad del corazón se ha convertido ya en la principal causa de muerte en muchos países de occidente", dijo Fernando Lanas, quien dirigió el estudio en Latinoamérica. "Y esta amenaza en América Latina podría reducirse drásticamente si cambias los estilos de vida".

Los investigadores participantes dividieron los esquemas de alimentación en tres patrones. Llamaron occidental al que favorece el consumo de comidas fritas en aceite, alimentos con alto contenido de sal, huevos y carne de res. Llamaron prudente al que tiene un elevado consumo de frutas y vegetales.

Para este estudio usaron un patrón al que llamaron oriental y que se caracteriza por un alto consumo de tofu, soya y otras salsas.

Al margen del tipo de población y del lugar donde se consume, escribieron los científicos de la Universidad de McMaster, en Canadá, la dieta occidental aumenta 35 por ciento el riesgo de padecer ataques cardiacos comparada con una dieta sin carnes y baja en aceites.

La dieta "prudente" logró reducir hasta 30 por ciento el riesgo de un ataque cardiaco, comparada con una dieta baja en frutas y verduras.

En cuanto a la oriental, parece no tener impacto en el riesgo de ataques cardiacos, indicó el estudio. Y es que si bien los científicos creen que dicho patrón tiene componentes protectores, como el pescado, su beneficio es neutralizado por elementos nocivos, como el exceso de sal en las salsas a base de soya.

"El objetivo de esta investigación fue entender los factores de riesgo modificables de ataques cardiacos a escala global", dijo Salim Yusuf, uno de los autores del estudio. "Los resultados indican que la misma relación que se observa entre alimentos y enfermedad del corazón en los países de Occidente, se observa también en otras regiones del mundo".

Los científicos diseñaron un cuestionario de riesgos de alimentación basados en 19 grupos de alimentos que adaptaron a las preferencias alimenticias de cada país. Pidieron a 5 mil 561 pacientes que habían sufrido infartos y a 10 mil 646 personas sin enfermedad del corazón conocida que respondieran.

Ya era sabido que la típica dieta occidental causa enfermedad del corazón, que las concentraciones altas de sal en los alimentos aumentan la presión arterial y que el tipo incorrecto de grasas puede bloquear los vasos sanguíneos.

Los cuestionarios confirmaron que las personas que consumían una dieta occidental tenían 35 por ciento más riesgo de sufrir infarto al miocardio que aquellas que comían pocos o ningún alimento frito y carne.

Según los autores, los resultados significan que 30 por ciento del riesgo de sufrir un ataque cardiaco en una población está relacionado con la dieta.

Para la población latinoamericana, las noticias son todavía peores. Para los habitantes de la región, los científicos identificaron otros seis factores que duplican el riesgo de enfermedad del corazón: estrés persistente, hipertensión, diabetes, tabaquismo, alto nivel de grasa abdominal y alto nivel de grasas en la sangre, en forma de colesterol.

El doctor Lanas explicó que conforme a los datos del estudio, estos seis factores de riesgo son similares entre los varios países de América Latina.

Pero comparados con países de otras regiones del mundo, la grasa abdominal resulta ser un factor de riesgo más importante en América Latina que en otras regiones estudiadas.

Además, mientras en otras regiones el consumo de vino se considera un elemento protector del corazón, en América Latina no ocurre así.

"Gran parte del riesgo de infarto en América Latina puede explicarse por el uso de tabaco, grasas anormales en la sangre, grasa abdominal e hipertensión", dijo el doctor Lanas.

"Pero ya que estos factores son modificables, este estudio nos ofrece una base científica para desarrollar estrategias prácticas que pueden ser similares en todos los países de la región", subrayó.

La Sociedad Estadunidense del Corazón recomienda un patrón alimenticio basado en la dieta prudente que se describe en este estudio, es decir con un alto consumo de frutas y vegetales.

Conclusiones
Quienes consumían la dieta prudente tenían un riesgo de ataque cardiaco 30 por ciento menor comparado con personas que comían pocas o ningunas frutas y verduras.

Quienes consumían la dieta occidental tenían 35 por ciento más riesgo de tener un ataque al corazón que las personas que consumían poca o ninguna comida frita y carne.

El patrón oriental no guardaba relación con riesgo de infarto al corazón. Esta dieta tiene algunos componentes protectores, pero sus beneficios son neutralizados por el exceso de sal que favorece el riesgo cardiovascular.
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AHANAOA A. C.
Lic. Nut. Miguel Leopoldo Alvarado
http://www.nutriologiaortomolecular.org/
http://www.seattlees.com/

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